La salud cardiovascular y metabólica afecta a muchas áreas, desde la función vascular, pasando por el metabolismo de la glucosa y los lípidos, hasta el peso corporal. A medida que envejecemos, el corazón y la vasculatura experimentan disminuciones en la plasticidad de los vasos sanguíneos, aumentando el grosor de la pared de dichos vasos.
La función del corazón también cambia, lo que resulta en una menor eficiencia en el bombeo de sangre.
El envejecimiento normal también produce una pérdida de masa muscular y alteraciones en numerosas vías metabólicas. El peso tiende a aumentar mientras que los procesos metabólicos, como el metabolismo de la glucosa, disminuye.
La combinación de estos factores puede considerarse conjuntamente como envejecimiento cardiometabólico.
La nutrición juega un papel importante en el mantenimiento de la salud cardiovascular.